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Nutrición y suplementos

¿Nos falta vitamina D?

¿Nos falta vitamina D?

Hace unos años era impensable creer que en España, conocido país por sus cielos azules, despejados y buen clima; con una excelente cuenca mediterránea,  pudieran existir personas con déficit de vitamina D (” la vitamina del sol”). No obstante, en una buena proporción de adultos mayores de 50 años se ha demostrado su déficit y no sólo en meses de invierno.

Este hallazgo empezó a  salir a la luz  a raíz de los múltiples estudios del metabolismo óseo, principalmente de osteoporosis, siendo muchos de ellos patrocinados por la industria farmacéutica ( para los que aseguran que pueden tener otros intereses no científicos). y que nos han desvelado los bajos niveles de vitamina D activa en población de riesgo para sufrir fracturas por fragilidad u osteporóticas. 

Por eso, en población de riesgo debemos primar una adecuada suplementación. De hecho, los que nos dedicamos al estudio y tratamiento de la osteoporosis  la tenemos muy en cuenta a la hora de preveniry tratar. Medimos sus niveles al estudio inicial y posteriormente ajustamos dosis de suplementos en revisiones sucesivas, siendo importante mantener los suplementos en meses de invierno y según exposición solar en otros meses.

Por otra parte, son conocidas y están en investigación ciertas acciones “extra óseas” de la vitamina D por las que bien podría ser considerada como una auténtica hormona. Así, por ejemplo, actúa como regulador de procesos hormonales ( renina/insulina) y como inmuno-modulador en el control de la proliferación celular  y reparación tisular, hechos de vital relevancia tanto en procesos oncológicos así como en enfermedades autoinmunes. También  interviene en la contractilidad correcta del musculo esquelético, vital para el mantenimiento de la masa ósea, por lo que los suplementos en las personas de edad avanzada vuelve a cobrar  mayor importancia..

 Pero… ¿A qué  se debe que en un país como España tengamos déficit de vitamina D?  p Pues a múltiples factores. Esta vitamina es adquirida entre un 90-95% por síntesis a través de la piel por acción de los rayos ultravioleta; la mayor parte de España está por encima del paralelo 35ºN y eso hace difícil la posibilidad de sintetizarla  en los meses de  invierno y primavera (en algunas zonas del país incluso en otoño).

Se especula también que vamos muy cubiertos muchos meses al año en gran parte del territorio por varias capas y un gran porcentaje de la población usa  factor de protección alta  todo el año.

Otros motivos de discusión son el tipo de dieta  (se han generalizado las dietas bajas en grasa y el material que usa el sol para poder sintetizar esta molécula es graso – un derivado del colesterol) , los altos niveles de  polución, así como otras condiciones como patologías intestinales, renales, hepáticas y cutáneas. La suma de varios de estos factores se pueden dar en muchos de los pacientes que vemos en la consulta. Al final,  la absorción de rayos para el metabolismo de la vitamina D en nuestro organismo es mínima y el otro aporte del 5-10% lo de los alimentos que la contienen de forma natural  o enriquecidos no lo compensan , El resultado? Un déficit de vitamina D casi todo el año, lo cual repercute a nivel óseo sin duda, pero pensemos  también en todas las otras funciones que anteriormente mencionaba.

Sin embargo, no creo que debamos alarmarnos. Un alto porcentaje de este déficit no tiene repercusión significativa en la población sana, joven y adulta. Por lo que no es necesario hacer niveles a toda la población y de todas las edades. En estos casos, tener un estilo de vida más saludable es el gran paso para prevenir su déficit así como de muchas enfermedades.

Solo en aquellas situaciones de estudio de enfermedad del metabolismo óseo  aislada o en el contexto de otras enfermedades (por ejemplo oncológicas), es cuando puede cobrar importancia su medición. Si valorado un caso se cree que necesita dar suplementos junto con mejorar la obtención natural , los prescribimos y vamos ajustando la dosis según los niveles en sangre.

Es así que lo más importante en las personas sanas es mejorar la obtención natural de esta vitamina, mejorando nuestros hábitos. Aunque cuesta un poco más, el cambio de hábitos es preferible a tomar un suplemento continuos, que debemos reservar mejor a aquellas situaciones  donde exista una enfermedad asociada. Quizás apostar un poco más por nosotros y nuestra salud sea el primer gran paso que todos debemos dar.

Por Claudia Urrego

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