La artritis reumatoide (AR) es una de las enfermedades autoinmunes reumatológicas más frecuentes, siendo estimada su prevalencia en España entre el 0.5 al 2% de la población. Representa además uno de los reumatismos inflamatorios crónicos clásicos y, aunque su incidencia afecta principalmente a mujeres entre la 4º y 6º década de vida, la AR puede aparecer en cualquier persona de sexo, edad y condición.  Además, sigue siendo fundamental para un buen pronóstico a largo plazo un diagnóstico precoz acertado junto con un seguimiento y acompañamiento posterior correcto de la persona que la padece. Todo ello  para conseguir que nuestros pacientes realicen una vida lo más normal posible conviviendo perfectamente con su diagnóstico.  Para ello es necesario que los médicos implicados en el seguimiento de esta enfermedad dispongan de un conocimiento correcto de fundamentos básicos de su comportamiento y tratamiento.

A este respecto, desde hace tiempo sabemos que una intervención terapéutica precoz en nuestros pacientes limita el daño estructural, preserva la funcionalidad y se relaciona con una mayor calidad de vida. Sin embargo, el diagnóstico de la AR no se realiza mediante un técnica o analítica única y determinante, sino que se establece mediante criterios de clasificación que previamente han sido publicados y debidamente validados por la comunidad científica. La aplicación de estos criterios exige un entrenamiento y experiencia clínica formativa y cuya correcta aplicación, cuando existe una sospecha diagnóstica, se confirma en una consulta especializada de Reumatología. Si bien la presentación clínica clásica de la AR es la poliartritis de inicio reciente, esta no siempre es su forma de debut y en muchos casos nunca se presenta de esa manera.  El abanico de manifestaciones es sumamente variado y abarcarlo supone una profundización en el conocimiento de la enfermedad que no se puede exigir a ningún especialista distinto del reumatólogo. Sin embargo, al inicio de los síntomas de la AR, los pacientes muchas veces no acuden primeramente a la consulta de Reumatología, si no que pueden consultar inicialmente a su médico de Atención Primaria o al Traumatólogo por mencionar los ejemplos más frecuentes. Aquí, la oportuna derivación de estos pacientes es fundamental para el pronóstico del paciente y para ello es necesario que nuestros compañeros conozcan aspectos esenciales de la enfermedad y dispongan de herramientas que permitan acotar el diagnóstico de sospecha. 

Por otra parte, solventar el desafío de un diagnóstico precoz no es suficiente. La AR es una enfermedad crónica que implica un seguimiento a largo plazo. De hecho, también sabemos que un control estrecho de los pacientes, ya sea para comprobar que los tratamientos inmunosupresores están siendo efectivos así como para controlar rápidamente posibles brotes de la enfermedad o complicaciones de la misma,  es otro factor esencial en el buen pronóstico a largo plazo. Y durante este control del seguimiento, también se ven implicados y necesitamos la colaboración y participación de otros especialistas. Nos referimos a ejemplos como el seguimiento en Atención Primaria de fármacos inmunosupresores, o el cumplimiento del calendario vacunal o a situaciones especiales como el embarazo o programación de cirugías, etc. 

Por dicho motivo, es necesario ofrecer una formación continuada lo más actualizada y completa posible para nuestros compañeros reumatólogos, pero también adecuada para todo el marco médico que está implicado de alguna manera en el manejo y seguimiento de los pacientes con AR. En necesario resaltar que principalmente pensamos en el nivel de Atención Primaria como apoyo fundamental al seguimiento reumatológico especializado.

Estas reflexiones han sido la base de un curso de formación para médicos especialistas que está disponible desde octubre 2021 hasta mayo del 2022, que además de ser gratuito, es muy cómodo de realizar y ofrece una formación completa actualizada en Artritis Reumatoide. Lo imparte el Servicio de Reumatología del Hospital HLA Universitario Moncloa junto con la Universidad Europea de Madrid en modalidad online y que además está acreditado con 2 créditos de formación continuada. Está orientado tanto para  reumatólogos así como otras especialidades médicas que estén interesados en esta enfermedad, especialmente Médicos de Atención Primaria, Médicos de Urgencias hospitalarias, Traumatólogos y residentes de dichas especialidades.  Sus objetivos son claros: 

– Difundir un conocimiento y formación para el clínico, para que disponga de las herramientas necesarias para una correcta sospecha diagnóstica de un cuadro doloroso articular. 

– Derivar oportunamente a un paciente con sospecha de AR. 

– Reconocer que la AR es una enfermedad con manifestaciones muy variadas que implica un seguimiento protocolizado entre la consulta de Reumatología/Atención Primaria. 

– Disponer de herramientas y pautas de actuación para situaciones especiales en AR. 

Son cuestiones que se incluyen en la planificación de la actividad formativa para que permita facilitar a los asistentes herramientas sencillas para afrontar adecuadamente las situaciones clínicas que habitualmente se producen durante el seguimiento de nuestros pacientes.  Además, se imparten los contenidos con una intención y enfoque práctico y se pueden comentar todas las dudas con un profesorado encantado de resolverlas. 

Colaborando en la difusión del conocimiento, entre todos participamos en conseguir una gran mejoría en la calidad de la asistencia que recibirán nuestros pacientes. Si desea ver más información del curso, puede descargar el programa del Curso de actualización AR