Tengo dolor, ¿puede ser artritis? Síntomas y tratamientos
Es muy frecuente que cuando vayas a la consulta de reumatología, lo primero que le interesa al reumátologo es diferenciar en un paciente si tiene dolor (artralgia) o si ese dolor está acompañado de inflamación (artritis), dado que esta última enfoca una mayor seriedad del problema y el enfoque diagnóstico es distinto.
La artralgia o dolor articular hace referencia precisamente a eso, dolor sin asociar signos inflamatorios.
La artritis se refiere a la inflamación de la articulación que se llena de más líquido sinovial del normal o lo que en clínica llamamos derrame sinovial.
Otras veces el paciente tiene signos inflamatorios pero no tiene artritis, sino simplemente es inflamación de los tendones, o de la grasa de debajo de la piel (celulitis) o por causas de origen óseo
Diferenciar a simple vista y con la exploración depende de la experiencia y pericia del clínico. Pero muchas veces debemos recurrir a las técnicas de imagen (lo ideal ecografía o técnica de ultrasonidos inmediata en consulta) para diferenciar la causa de la inflamación o del dolor. Otras veces debemos recurrir a técnicas como Radiografía Rayos X, Resonancia Magnética o Tomografía computarizada TAC
La artritis en un síndrome médico, es decir , una manifestación clínica que puede estar provocada por muchas enfermedades distintas de diferente naturaleza. Así , por ejemplo, se puede inflamar una articulación por tener un golpe (artritis postraumática) o un ataque de ácido úrico (artritis gotosa) o una infección (artritis infecciosa) o por una enfermedad autoinmune (Artritis Reumatoide, lupus, etc). Nos remitimos a nuestra lista de enfermedades reumáticas.
El Reumatólogo es el médico especializado en averiguar la enfermedad que le inflama las articulaciones a un paciente que acude a consulta por dolor articular. O por el contrario, el es médico especializado en descartar una artritis, descubriendo que la causa del dolor por la que acude el paciente es una patología de partes blandas (tendinitis, fascitis, etc) , ósea, neurológica, etc
Articulación normal
Articulación con derrame articular o artritis
Una pregunta muy frecuente es saber la diferencia entre artritis y artrosis. Esta última, corresponde al tipo más prevalente de enfermedad reumática, que hace referencia al desgaste del cartílago articular, que recubre la superficie del hueso de una articulación. Si este cartílago se estropea por cualquier motivo (la causa más frecuente es el envejecimiento), las superficies de dos huesos que forman una articulación “se rozan” entre ellas sin protección produciendo el dolor y las sintomatología de la artrosis en cualquiera de sus localizaciones. Una articulación artrósica puede inflamarse también, produciendo una artritis secundaria.
Articulación con el cartílago articular desgastado o artrosis
Conociendo estos conceptos previos (la artritis puede ser producida por muy diversas enfermedades de muy distinta naturaleza), ahora comprendemos que las causas, el pronóstico y el tratamiento de la inflamación articular puede variar.
En relación a la causas de la artritis, son tan variadas como enfermedades reumáticas existen. De una manera sistematizada, suelen estudiarse y diferenciarse entre factores genéticos que predisponen a un individuo a tener una enfermedad reumática y factores ambientales que pueden ser los desencadenantes para el inicio de una enfermedad reumática a lo largo de la vida. La importancia de unos u otros depende de cada enfermedad reumática. El estudio genético de las enfermedades reumáticas sigue progresando en el campo de la Genética Médica y, por otra parte, actualmente se admite como factores ambientales más importantes los relacionados con el género, la raza, diferentes infecciones, los hábitos de vida, el tabaquismo o los hábitos alimentarios.
Respecto al tratamiento, existirán tratamientos generales sintomáticos que valgan para cualquier tipo de artritis (antinflamatorios no esteroideos y esteroideos, analgésicos, rehabilitación) y tratamientos específicos en función de la causa que esté produciendo la artritis (tratamiento para bajar el ácido úrico, tratamientos inmunosupresores para enfermedades autoinmunes, condroprotectores para la artrosis, etc…) que deben estudiarse de manera específica en cada caso.