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Ejercicio de Chikung para el lumbago

Ejercicio  de Chikung para el lumbago

El Chikung es un concepto asociado a la Medicina Tradicional China (MTC) que en Occidente no llega a ser bien conocido o interpretado correctamente.

La Medicina Tradicional China posee sus propias explicaciones anatómicas y fisiológicas sobre el cuerpo humano y la manera de enfermar. Conceptos de origen milenario que aún se mantienen vigentes a pesar de la clásica confrontación antropológica con nuestra medicina occidental y su visión clásica más materialista. Sus herramientas terapéuticas se basan en la fitoterapia (tratamiento con hierbas medicinales), la acupuntura y moxibustión (calor en los puntos de acupuntura), el masaje terapéutico (Tuina) y el Chikung.

Este último (Chi:energía, Kung: trabajar) engloba todos aquellos ejercicios físicos y respiratorios que tengan una utilidad preventiva o curativa, aunque el chikung también se pueda orientar para trabajar con fines marciales o espirituales. Porque el “Chi Kung” engloba el concepto de “trabajar con el Chi” independientemente de la finalidad que pretenda el individuo alcanzar con ese trabajo personal.

Para finalizar esta introducción, recordar que el Chi o Qi es el concepto oriental que en occidental se ha traducido como energía que recorre nuestro organismo vivo a través de unos canales o meridianos que nuestra antropología no admite porque hasta el momento son conceptos y fundamentos que no se han podido demostrar según nuestra perspectiva anatómica occidental.

A continuación exponemos un ejercicio clásico de Chikung para el tratamiento del lumbago crónico (la lumbalgia crónica mecánica). Este concepto engloba el dolor crónico de espalda de carácter degenerativo (artrósico), insuficiencia muscular, escoliosis con contractura muscular crónica, principalmente asociado a la edad y malos hábitos corporales. Se corresponde en Medicina Tradicional China con dolor lumbar asociado a insuficiencia de la zona renal y su esfera funcional, dolor crónico insidioso de la espalda baja, debilidad de piernas, glúteos al caminar, contractura matutina. No debe confundirse con otros tipos de lumbalgias, como por ejemplo las infecciosas (espondilodiscitis), inflamatorias (sacroileitis), las agudas traumáticas, los aplastamientos vertebrales osteoporóticos o episodios de litiasis renal (cólicos renales), que tanto su origen occidental y oriental es otro y este ejercicio está menos indicado o, incluso, puede ser contraproducente. Por lo tanto, antes de realizar este ejercicio, consulte o confirme con su médico su indicación y ausencia de contraindicaciones.

Ejercicio

Realícelo si puede dos veces al día, al levantarse y antes de acostarse.

1- En posición de bipedestación (de pie), frote fuertemente sus manos entre sí hasta que consiga sentir calentarlas adecuadamente.
2- Frote con ambas manos enérgicamente ambas zonas lumbares de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona lumbar muscular de ambos lados.
3- Frote seguidamente a ambos lados de la línea glútea de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona de ambos glúteos.
4. Frote seguidamente simultáneamente con sus manos la cara posterior de ambos muslos de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
5- Frote seguidamente simultáneamente la cara posterior de las piernas (ambos gemelos) de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
6- Frote seguidamente en ambos lados desde la cara interna del pie y del tobillo por toda la pierna hasta la cara interna de las rodillas de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
7- Frote seguidamente en ambos lados la cara interna de los muslos, desde la cara interna de las rodillas hasta la ingle de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
8- Frote seguidamente desde ambos lados del pubis por una línea imaginaria vertical que pase a ambos lados del ombligo) o desde la ingle hasta llegar a las primeras costillas inferiores de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
9- Frote seguidamente a ambos lados del esternón (a la altura de la línea media imaginaria vertical entre los pezones y el esternón ) de arriba a abajo durante 20-30 segundos hasta que haya calentado y note calor en la zona.
10- Para finalizar, en el punto de unión aproximado del tercio medio con el tercio interno de cada clavícula, apriete simultáneamente con ambos pulgares por debajo de ella firmemente (pero sin producirse dolor)  durante 15-20 segundos.

Recomendaciones:

– Puede ocurrir con frecuencia que para frotarse en  las localizaciones descritas de las piernas, cueste mucho agacharse o  se resiente más al doblarse. En tal caso, puede utilizar un taburete o cualquier sobreelevación del suelo para levantar y apoyar el pie. Entonces, se frota con la pierna flexionada para que le sea a uno más cómodo alcanzar la zonas sin esfuerzo. En este caso, se frotará primeramente un lado y posteriormente el otro.
– Es importante frotarse de arriba a abajo y no de derecha a izquierda, pues el ejercicio sigue la línea imaginaria del meridiano de acupuntura de vejiga ( Tai Yang del pie) y riñón (Thao Yin del pie) que se recorre en trayecto vertical.
– No use en principio crema o ungüento. Utilice sólo el roce con las palmas de sus manos enérgicamente para sentir el calor de la zona, pero sin llegar a hacerse daño ni rozaduras.

Realice este ejercicio dos veces al día como práctica habitual rutinaria. No se tarda más de unos minutos. Es perfectamente compatible con sus ejercicios habituales de columna (pinchar aquí), fundamentales para control del dolor crónico de espalda. Según la MTC se fortalece QI de ambos meridianos, mejorando la sintomatología del lumbago.

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