Los Factores de Crecimiento o Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
La administración de factores de crecimiento o plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica que ha venido siendo utilizada y desarrollada desde la última década, principalmente, en el ámbito de la medicina deportiva, traumatológica así como cirugía maxilofacial e implantología.
En los últimos años, se ha ido incorporando al arsenal terapeútico de la Reumatología, principalmente en el campo de la patología degenerativa articular (artrosis u osteoartritis) y tendinitis degenerativas crónicas.
Gracias a este desarrollo en práctica clínica, ha existido finalmente una ampliación de esta técnica para su utilización por parte de médicos reumatólogos con un enfoque clínico específico en la patología reumática.
En los últimos años se han publicado progresivamente una gran cantidad de artículos clínicos sobre la experiencia y utilidad del plasma rico en plaquetas (PRP), existiendo ya varias revisiones sistemáticas al respecto.
Su utilidad y perspectiva de posibilidades no parecen cuestionarse, aunque la evidencia actual sigue estando limitada por la gran cantidad de situaciones y condicionantes que influyen en la respuesta a la patología degenerativa (localización de la artrosis, grado y severidad en el desgaste articular, edad, sexo, factores personales: sobrepeso, sedentarismo, tolerancia al dolor…).
Sin embargo, la generalización de la técnica, el número de publicaciones disponibles, la simplificación en el manejo de los reactivos así como su seguridad han conducido finalmente a su implementación dentro de las técnicas utilizadas dentro de lo que se conoce actualmente como medicina regenerativa.
Por otra parte, insistimos en que su indicación debe estar condicionada por las características particulares del paciente, dado que éstas influirán en el beneficio final que se pretende conseguir: control del dolor, recuperación funcionalidad, reparación de tejidos.
Las expectativas generadas en el éxito del tratamiento deben ser moldeadas y graduadas por las explicaciones realistas del médico reumatólogo basadas en su experiencia clínica.
¿Qué son los factores de crecimiento o plasma rico en plaquetas (PRP)?
La idea consiste en la aplicación de altas concentraciones de plasma rico en plaquetas (PRP) y factores de crecimiento obtenidos de una muestra de sangre periférica mediante infiltración local del tejido que se intenta reparar.
¿Por qué se aplican altas concentraciones de plaquetas en tejidos dañados?
El fundamento de uso se debe a la propiedad clásica que poseen las plaquetas en el proceso de cicatrización y reparación de los tejidos. Y específicamente, este papel regenerativo está relacionado más directamente con los factores de crecimiento (FC) liberados por las propias plaquetas. Estas citoquinas o mediadores celulares son la causa final responsables de los efectos metabólicos y fisiológicos que llevan a la reparación celular de los tejidos.
¿Cómo se preparan?
La obtención es sencilla, extrayendo una pequeña muestra de sangre periférica con volumen suficiente para someterla a un proceso de centrifugación. Con ello, se separan las diferentes fracciones de la sangre por peso molecular. De las fracciones surgidas con la centrifugación, se extrae aquella que corresponde a altas concentraciones de plaquetas (PRP). Esa fracción de PRP es la que, inmediatamente después de su extracción, es depositada en el tejido dañado.
¿Cómo se administran en Reumatología?
Se pueden infiltrar tanto a nivel intraarticular (dentro de una articulación) como en partes blandas o localización periarticular (en tejido capsular, ligamentoso o tendinoso).
¿Cuál es la dosis recomendable?
Las pautas de administración varían en función del tipo de patología, su localización anatómica y la gravedad de la misma.
También influye la técnica por la que obtenemos el plasma enriquecido y la concentración plaquetaria que se consigue en cada sesión.
La pauta utilizada habitualmente es la aplicación de 1 a 3 ciclos de tratamiento intercalados entre 3-4 semanas en función de la respuesta clínica.
Se recomienda en muchos casos la posibilidad de repetir el tratamiento a partir de los 10-12 meses del primer ciclo administrado si hubiera existido respuesta clínica.
¿Cuánto tarda en hacer efecto?
No existe un consenso categórico dada la variabilidad clínica que se debe principalmente a la influencia de los múltiples factores predictores de respuesta ya comentados: gravedad y tipo de patología a tratar, localización anatómica, condiciones particulares del paciente: sobrepeso, sedentarismo, comorbilidades…
Sí parece existir consenso en que es una técnica de respuesta no inmediata, por lo que se esperan observar los efectos más a largo plazo, siendo un periodo razonable esperar beneficios a partir de la 3º o 4º semana desde su aplicación.
¿Cuáles son los efectos que buscamos?
Las investigaciones han aportado evidencias experimentales y clínicas que demuestran que los factores de crecimiento favorecen la regeneración tisular.
Y las plaquetas poseen en su interior factores de crecimiento, proteínas que pueden acelerar los procesos de curación de los tejidos.
En este sentido, con la posible reparación del tejido dañado, lo que buscamos es:
- Mejorar el dolor
- Mejorar la movilidad
- Recuperar la capacidad funcional
¿Es un método seguro?
Las experiencias publicadas y las revisiones sistemáticas la reflejan como una técnica segura y carente de efectos secundarios reseñables.
Con esta técnica se aplica plasma del propio paciente y no existe el riesgo de reacciones inmunológicas en su aplicación.
La sencillez de la técnica la permite realizar en consultas externas o en un centro médico especializado que disponga de material para el manejo y desecho de muestras biológicas.
El riesgo de contaminación y la posibilidad de infección en la zona de aplicación se minimiza cuando la técnica se realiza bajo las condiciones habituales de asepsia.
¿Cuáles son su riesgos?
El plasma rico en factores de crecimiento (PRP) es una técnica sencilla y segura.
Independientemente del leve riesgo relacionado con la extracción sanguínea (en la venopunción, en la manipulación de la sangre extraída, etc.), sus riesgos principalmente están relacionados con la técnica de la infiltración sobre la zona anatómica tratada:
- Infección superficial en el lugar de la punción.
- Inflamación de la zona tratada, dolor leve posinfiltración.
- Hematoma en el lugar de la punción.
- Posibilidad de infección en el lugar de la punción.
- No se han descrito casos de interferencias con posible patología concomitante asociada. Aún así, siempre debe individualizarse el tratamiento en función de la comorbilidad de cada paciente.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes que se tratan?
Actualmente, en el ámbito de la Reumatología, su aplicación se está centrando en todas las dolencias relacionadas con la artrosis y patología de partes blandas relacionado con tendinopatías crónicas (ver clasificación de las enfermedades reumáticas). Los más frecuentes podríamos resumirlos en:
- Hombro doloroso. Patología degenerativa del manguito de los rotadores y artrosis glenohumeral
- Epicondiltis de los codos
- Rizartrosis del pulgar
- Tendinopatía crónica del glúteo (trocanteritis)
- Osteoartrosis de rodilla
- Tendinopatía crónica rotuliana
- Fascitis plantar
No se aconseja su uso para patología inflamatoria o de carácter autoinmune, pues se desconoce su posible efecto en el contexto de una sinovial inflamada como puede ser una artritis reumatoide o un lupus eritematoso sistémico.
¿Cuál es su precio estimado?
Con la homogeneización de la técnica y los reactantes que aseguren una alta concentración de PRP de la muestra de sangre extraída, es habitual que esta técnica se ofrezca en el ámbito de la medicina privada con un coste estimado de 350 a 500 euros por ciclo de tratamiento en un centro especializado.
Estimamos esta cantidad como razonable, porque sólo así es posible asegurar las máximas garantías en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de un proceso que va a implicar la aportación de todo el material biomédico así como la coexistencia o no de enriquecedores del plasma, la disponibilidad de una centrifugadora especializada, la logística para el manejo de residuos y, por supuesto, la disponibilidad de los médicos especialistas y servicio de enfermería que realizan el diagnóstico, el manejo de muestras y la comprobación protocolaria de la técnica para asegurar la mejor atención posible al paciente.
¿Dónde se hace?
En el servicio de Reumatología del Hospital HLA Universitario Moncloa.
En conclusión
El PRP es una técnica que se utiliza de manera habitual dentro del campo de la medicina regenerativa.
Su nivel de eficacia depende de la patología y circunstancias concomitantes que influyen en la respuesta.
Su aplicación dentro del campo de la Reumatología se indica principalmente para la patología degenerativa.
Es una técnica sencilla y segura aunque implica para el paciente la extracción de una muestra de sangre y la infiltración local del PRP a nivel articular o tendinoso. El nivel de evidencia de su eficacia así como nuevas posibilidades de uso o formas de administración posiblemente se irán desarrollando durante los próximos años.